Durante la segunda jornada del juicio contra Pablo Parra, acusado por el femicidio de Agustina, se vivieron momentos de gran intensidad. El imputado evitó mirar las imágenes proyectadas de Agustina herida de muerte. La fiscalía solicitó al arquitecto Gabriel Tonon, especialista en relevamientos fotográficos, que midiera la magnitud de los golpes en las imágenes, las cuales se reflejaron en la pantalla principal de la sala.
En ese momento, Parra se inclinó hacia adelante y desvió la mirada, siendo asistido por sus abogados con un pañuelo. Por su parte, los padres de Agustina, Silvana Cappello y Mariano Fernández, decidieron retirarse antes de la sala, ante la emotividad del momento. Sin embargo, la tía de la adolescente, Claudia Cappello, permaneció presente.
Claudia, además de ser familiar cercana, es abogada y durante un cuarto intermedio realizó declaraciones. Destacó la dificultad del proceso judicial y expresó: «El acusado no pudo mirar las fotos. Entiendo que está coacheado, pero me llamó la atención que no pudiera mirar las imágenes de su amiga». Resaltó la importancia de hacer valer la verdad y la espera por una declaración de culpabilidad y una condena a perpetua para Parra.