Un hombre fue acusado de abigeato agravado por sustraer un caballo, faenarlo y despostarlo. «Carlitos», era utilizado por una asociación civil para realizar equinoterapia con personas con discapacidad.
Según indicó la fiscalía el hecho investigado sucedió el 2 de julio alrededor de las 15:45 cuando el imputado junto a otro hombre se dirigieron a un predio rural ubicado a varios kilómetros del ejido urbano de la localidad de Catriel. Tras sustraer a Carlitos, lo habrían trasladado hasta el lugar residía el imputado para matarlo y posteriormente despostarlo. En el lugar intentaron ocultar los restos, cocinaron su carne y ocultaron otra parte de la carne en un freezer.
Un video de una cámara de seguridad captó al acusado acompañado de otro hombre y llevando consigo al caballo sustraído. Tras observar las filmaciones, el presidente de la Asociación Kawell Anay, quien resulta víctima y querellante en el caso, pudo reconocer al acusado por lo que se inició una investigación en su contra y se solicitó un allanamiento en su vivienda.
En esa diligencia se encontró carne de potro y restos del animal que fueron identificados por el querellante como de Carlitos. Las viseras y el cuero del animal habían sido ocultados o enterrados.
Tanto la fiscalía como la querella requirieron la prisión preventiva del acusado porque consideraron que en caso de recuperar la libertad el hombre podría entorpecer el normal avance del proceso. Argumentaron que en caso de recaer condena la misma sería de cumplimiento efectivo, que el imputado había intentado ocultar evidencias relevantes para el caso, que podría interferir en la declaración de testigos y que aún restaba identificar a otra persona presuntamente involucrada en el hecho.
La defensa particular que asistió al imputado consideró que el hecho no encuadraba en la figura de abigeato sino que se trataba de un robo o un hurto. Su abogado agregó que no existían riesgos procesales y requirió medidas cautelares alternativas.
La jueza de garantías que intervino en la audiencia hizo lugar al pedido de la acusación, tuvo por formulados los cargos en los términos requeridos y dictó la prisión preventiva del imputado. En consecuencia, permanecerá detenido mientras avanza el proceso penal en su contra.
Carlitos era un caballo que formaba parte de la Asociación Civil Kawell Anay y ayudaba a realizar tareas de equinoterapia para la rehabilitación de personas con discapacidad. La Asociación cuenta con un predio en la zona rural de Catriel que fue del lugar donde el mismo fue sustraído.