El ministro de Defensa, Luis Petri, puso en marcha esta mañana una misión diplomática clave ante la OTAN. Por instrucción del presidente Javier Milei, el funcionario inició este jueves una serie de reuniones con directivos de esa alianza militar. Los encuentros tuvieron lugar en Bruselas, Bélgica, sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El primero de estos encuentros se dio con el objetivo de operativizar el proceso de aprobación para que Argentina pueda adquirir la categoría de “socio global” de ese organismo. Petri se reunió con Mircea Geoana, secretario general adjunto del organismo. “Me reuní con el Secretario General Adjunto de la NATO. Le presenté la carta de intención que expresa la solicitud de Argentina en convertirse en un socio global de esta organización. Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar a nuestras fuerzas al estándar de la OTAN”, publicó el funcionario en su cuenta de X.
Según pudo saber Infobae, el encuentro fue positivo, se habló en algunos tramos en español y se entregó la carta de intención donde se transmite la solicitud de Milei para aumentar el compromiso de la Argentina con los países más desarrollados del mundo, en línea con su mirada pro Occidente que viene manifestando desde la asunción.
En la conversación, Petri transmitió que el nuevo gobierno tuvo como primera decisión de política exterior la marcha atrás del ingreso al bloque de los BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Era una decisión que había tomado la anterior administración kirchnerista, que el presidente formalmente desactivó. De acuerdo con los trascendidos del contacto de este mediodía en Bruselas, hubo una ponderación del alejamiento de la Argentina de la influencia china y rusa.
Entre los temas que se abordaron se destacaron la posibilidad de que Argentina pueda participar y cooperar junto con la OTAN en operaciones de paz, en ciberdefensa, lucha contra la desinformación y la seguridad marítima. Son todos tópicos que dominan la seguridad global. Además, se habló de profundizar los programas conjuntos de entrenamiento y educación.
Son todas cuestiones que depende, de todos modos, de que la solicitud del gobierno de Milei tenga una buena acogida en la conducción estratégica y política de la OTAN, donde Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia tienen la llave para que el proceso avance de la manera más rápida posible.
Luego de la reunión con Mircea Geoana, Petri tenía agendado un cónclave con Javier Colomina Piriz, secretario general adjunto para Asuntos Políticos y Política de Seguridad. El funcionario argentino estará escoltado por Juan Battaleme, secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa y asesor clave en política exterior del ministro, y por el brigadier Xavier Julián Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina.
Qué es la OTAN y qué implica ser miembro de la alianza
La alianza militar es un sistema de defensa colectiva que representa los intereses geopolíticos de las potencias occidentales y tiene como némesis a Rusia e Irán. Así como también a China por la inserción global del país comunista en asuntos estratégicos que pueden representar una amenaza para Estados aliados a la OTAN.
Fue creada en abril de 1949 por un grupo de 12 países occidentales para frenar el avance de la entonces Unión Soviética. Fue fundada por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos y Portugal.
Luego se sumaron otros países europeos, entre los que sobresalen naciones que fueron aliadas al régimen soviético y se anexaron a la OTAN tras el ocaso de la Unión Soviética como tal. Actualmente, cuenta con 31 miembros y es el bloque defensivo más importante del mundo. Representa el 53% del gasto militar global.
El sistema de defensa colectivo que consiste en la cláusula establecida en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, constitutivo de la OTAN. Los países miembros acuerdan allí que un ataque armado contra uno o más de ellos, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como dirigido contra todos ellos. En consecuencia, pueden ejercer el derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido en la Carta de las Naciones Unidas. Eso implica, si se juzga pertinente, el empleo de la fuerza armada.
Además de los 31 miembros permanentes, la OTAN tiene nueve aliados más en carácter de “socios globales”. Es la categoría que pretende adoptar Argentina ahora. A nivel mundial, Afganistán, Australia, Irak, Japón, la República de Corea, Mongolia, Nueva Zelanda, y Pakistán son el resto de los estados en esa condición. Colombia es el único país de la región que tiene ese estatus. Lo logró en 2018 tras un proceso de aprobación cinco años.
Milei inició gestiones en ese sentido el mes pasado. El 21 de marzo se desarrolló en Bruselas la Cumbre de Energía Nuclear, organizada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que preside el diplomático argentino Rafael Grossi. Argentina envió como su representante a al secretario de Estrategia Nacional, Jorge Antelo. Se trata de un funcionario tan relevante como perfil bajo que orbita en torno a Nicolás Posse, jefe de Gabinete de la Nación. En ese viaje, la Casa Rosada hizo saber a la OTAN sobre la voluntad política de adoptar el estatus de “socio global”.
Durante la presidencia de Carlos Menem, Argentina había logrado en 1997 ser “aliado extra-OTAN”. Una categoría que le permitió al Gobierno tener una oficina en Bruselas y recibir instrucciones y equipamiento bélico. El ex presidente riojano intentó profundizar ese estatus, pero no lo logró. Durante el kirchnerismo, tanto Néstor como Cristina Fernández de Kirchner adoptaron un giro de política exterior que distanció a Balcarce 50 de Washington y sus aliados.
Milei pretende ahora exhumar la alianza con un salto de status. La cualidad de “socio global” le permitirá a la Argentina profundizar sus aptitudes defensivas, acceder a equipamiento para las Fuerzas Armadas, tener adiestramiento militar y obtener información de utilidad para los movimientos geopolíticos.
El viaje de Petri a Noruega
Para continuar con idéntica línea estratégica, luego de la misión en la OTAN, Petri tomará un vuelo con destino a Oslo, la capital de Noruega. El motivo es intentar destrabar la compra de cuatro aviones noruegos que había iniciado la administración de Alberto Fernández. Se trata de aeronaves P-3 Orion que se utilizan para la videovigilancia marítima.
El Gobierno anterior no cumplió con los plazos establecidos y Petri buscará destrabar la negociación para allanar la compra de los aviones. El Ministerio de Defensa espera que en mayo los P-3 Orion estén en Argentina.
Para Balcarce 50 resulta de un acuerdo clave, porque son aviones destinados para custodiar las 200 millas de la plataforma marítima argentina. Es una zona que exige especial control para evitar la pesca ilegal así como también la presencia de cualquier barco que pueda implicar una amenaza para el país o esté vinculado al crimen organizado.
Petri desembarcará en el país escandinavo el viernes y mantendrá una bilateral con Anne Marie Aanerud, secretaria de Estado de Defensa noruega. Los funcionarios desplegarán una agenda que tratará tópicos vinculados a las políticas de seguridad y defensa, operaciones y vigilancia marítima en el Ártico y la Antártica; así como sobre el Programa Submarino Noruego.