El vocero Ramón Amarilla afirmó que los funcionarios misioneros ofrecieron un 30 por ciento como «máximo esfuerzo». La asamblea de policías rechazó la oferta y reclamó el 100 por ciento de aumento salarial.
“Vamos a respetar lo que dice la asamblea. Nosotros respetuosamente vamos a tener que comunicarle que no aceptamos. El personal policial viene con una esperanza acá, ese monto es irrisorio», añadió Amarilla.
Más temprano, el ministro de Gobierno misionero, Marcelo Pérez, aseguró que la «sublevación» de la Policía provincial es «inadmisible» y lanzó una dura advertencia para los efectivos que se plieguen a la medida al sostener que serán echados de la fuerza.
Según especificó Pérez en declaraciones radiales y consultado por el posible despido de los agentes, resaltó la existencia de una “denuncia penal y esa denuncia determinará las responsabilidades”.
En esa línea, sumó: «No pueden utilizar bienes del Estado para protestar. Está fuera de la ley». Además, afirmó que los policías cometieran un cúmulo de acciones como los “28 móviles policiales que fueron robados” y están “siendo utilizados para cualquier cosa».