El juicio por la muerte de Diego Maradona quedó en suspenso tras un escándalo que salpica directamente a la jueza Julieta Makintach, acusada de autorizar presuntamente el ingreso de una productora audiovisual para grabar un documental sin el consentimiento de las partes. La investigación penal motivó la suspensión del debate por siete días, tal como informamos en una nota anterior publicada por este medio.
Makintach fue convocada para completar el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de San Isidro por una vacante sin cubrir, ya que uno de los jueces se jubiló antes del inicio del proceso. Desde 2017 integra el TOC Nº2 del mismo distrito, y cuenta con 27 años de trayectoria en el Poder Judicial. Según su perfil profesional, además de jueza es coach ontológica y docente universitaria.

En su descargo durante la audiencia suspendida, dejó abierta la posibilidad de apartarse voluntariamente del juicio para preservar su validez. “Estoy convencida de mi imparcialidad. Pero si hay algo en peligro, quizás sea yo quien se aparte”, sostuvo. Más tarde, ante medios nacionales, negó haber cometido irregularidades: “No pongan en duda ni mi honestidad ni mi carrera”.
El viernes pasado, un día después de que se conociera la denuncia, Makintach viajó a Tucumán para participar de un congreso sobre inteligencia artificial. No es la primera vez que expone en ámbitos académicos: en 2023 participó del aniversario por los 25 años del Sistema Acusatorio en Buenos Aires, compartiendo panel con el actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

A lo largo del juicio, era reconocida como una de las juezas técnicas más destacadas de San Isidro. También se mostró activa en debates jurídicos complejos: en una charla del espacio “Mujeres en Derecho” analizó el caso Lucio Dupuy, cuestionando los límites del derecho penal para definir responsabilidades en hechos de violencia extrema.
La denuncia que activó el escándalo fue impulsada por los abogados Fernando Burlando y Mario Baudry. La fiscal Carolina Asprella está a cargo de la investigación que podría derivar en la recusación de Makintach. El martes pasado, los fiscales del juicio y varios abogados de las partes coincidieron en que los hechos investigados comprometen la transparencia del proceso.