La provincia de Río Negro recibe cada año a más de 17 mil trabajadores migrantes para la cosecha de frutas, principalmente cerezas, peras y manzanas. Sin embargo, este número podría verse alterado este año debido a una intensificación de los controles migratorios y a un aumento en el volumen de fruta cosechada.
Según informes de la región, los primeros contingentes de trabajadores ya comenzaron a llegar antes de lo previsto. Esta anticipación se debe a la cosecha prematura de algunas variedades de cereza, que comenzó 15 días antes de lo habitual. Esto adelantó el arribo de los migrantes, aunque el «pico» de llegada de trabajadores se espera que ocurra a mediados de diciembre, como es habitual en cada temporada.
Un factor clave que podría influir en la cantidad de trabajadores migrantes este año es la implementación de nuevos controles en las provincias de origen. Desde el gobierno provincial se solicitó que cada trabajador presente su telegrama de contratación al momento de embarcarse en el colectivo hacia la región, con el fin de certificar que tienen un puesto de trabajo asegurado.
Sin embargo, desde el gremio UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) advierten que uno de los principales problemas cada temporada es la llegada de personas sin un destino asegurado. Omar Figueroa, referente de UATRE en la región, comentó en diálogo con #LU19 que ya se registraron los primeros casos de migrantes que arribaron a ciudades como Roca y Villa Regina sin trabajo confirmado, lo que genera preocupación tanto para los trabajadores como para los empleadores.
Controles y planificación para evitar la llegada de trabajadores sin destino asegurado
El gremio señaló que este tipo de situaciones pone en jaque la logística y la seguridad laboral, ya que los migrantes que no tienen un destino claro pueden terminar en condiciones precarias, sin acceso a un empleo formal ni a las garantías laborales que el sector ofrece.
El registro de migrantes sin trabajo asegurado es un desafío recurrente en cada temporada, y desde UATRE se insiste en la importancia de una planificación adecuada y un sistema de control que permita que cada trabajador cuente con las condiciones necesarias para su incorporación al trabajo de manera ordenada y segura. En este sentido, se resaltó la necesidad de que los controles en las provincias de origen sean estrictos y que los empleadores se comprometan a asegurar el trabajo para los migrantes antes de que lleguen a la región.
El futuro del sector
A medida que se acerca la temporada alta de cosecha, la atención estará centrada en cómo se desarrollan los controles migratorios y si se logra garantizar el acceso al trabajo para todos los migrantes que llegan a la región. El desafío será equilibrar la necesidad de mano de obra para la cosecha con la seguridad y bienestar de los trabajadores, evitando situaciones de incertidumbre que puedan afectar tanto a los empleados como a los productores.
El panorama se mantiene en observación, y la gestión de los flujos migratorios será clave para evitar contratiempos que alteren el normal desarrollo de la temporada de cosecha. Desde el gremio UATRE se seguirá trabajando en conjunto con las autoridades para asegurar que los trabajadores migrantes cuenten con las condiciones necesarias para realizar su labor de manera justa y segura.