El Ministerio de Salud de Río Negro, a través del Departamento de Protección de Alimentos de la Coordinación Provincial de Salud Ambiental, recuerda que el Botulismo es una intoxicación alimentaria grave, causada por la bacteria Clostridium botulinum
Al respecto brinda una serie de recomendaciones para prevenir contraer la enfermedad.
La bacteria, que se encuentra en los suelos y en las aguas no tratadas, produce esporas que sobreviven en los alimentos mal preparados, mal conservados o mal esterilizados.
El botulismo, es una enfermedad neurológica severa caracterizada por una parálisis fláccida causada por la acción de la neurotoxina botulínica. Es potencialmente mortal tratable y prevenible, la rápida administración de antitoxina reduce al menos el 10 % de la letalidad y la identificación oportuna del alimento previene casos adicionales.
Se puede presentar como botulismo alimentario o botulismo del lactante:
Botulismo Alimentario: es la intoxicación grave que surge después de ingerir la toxina preformada presente en alimentos contaminados. Los síntomas no son provocados por la bacteria, sino por la toxina que ella produce. Por lo general se manifiestan entre 12 y 36 horas después de la ingesta.
El cuadro puede ser de leve a mortal y se caracteriza por la aparición de manifestaciones neurológicas musculares .Los síntomas y signos más comunes son: debilidad general; a nivel ocular, visión doble, fotofobia, pupilas fijas y sequedad del ojo; a nivel digestivo, dificultad para tragar y hablar, sequedad de boca, estreñimiento, nauseas y vómitos. En la mayoría de los casos la muerte sobreviene por fallo respiratorio, debido a la afectación de músculos respiratorios o neumonía. En caso de curación, la convalecencia es muy gradual y lenta, de varias semanas o meses.
Los principales alimentos involucrados son las conservas caseras de origen vegetal, cárnicas y de pescado que no han sido esterilizadas adecuadamente o con poca acidez.
En nuestra zona es habitual la elaboración y comercialización de éste tipo de conservas caseras (escabeches y conservas en aceite de pescados y mariscos, vizcacha, jabalí, morrones, vegetales).
Es importante destacar que los alimentos que están contaminados con Toxina botulínica no presentan ningún tipo de alteración detectable con los sentidos, los envases no se deforman y el aspecto es normal. La toxina se destruye con el calor.
Las recome
ndaciones generales para prevenir el botulismo serían no consumir conservas caseras de vegetales, carne, pescado y/o mariscos que presenten baja acidez y que no garanticen un tratamiento térmico adecuado luego de ser elaborado.
Si elabora conservas para uso familiar, cumpla con las pautas de tiempo, temperatura y acidez de acuerdo al producto, el tipo y capacidad del envase, utilice envases y tapas de primer uso, perfectamente limpios.
Además, busque asesoramiento técnico para garantiza la calidad sanitaria de las conservas caseras que elabore para consumo familiar.
Botulismo del lactante: es el resultado de la ingestión de esporas y la producción de toxina en el intestino. Las esporas suelen encontrarse frecuentemente en el polvo ambiental, habiéndose identificado también en ropa de cama, ropa de vestir y polvo de aspiradora, así como en miel de caña, de abeja y en algunas hierbas medicinales. Afecta a niños menores de un año, siendo más frecuente entre las dos semanas y los seis meses de edad.
Los síntomas en bebés pueden incluir estreñimiento, babeo, mala alimentación o succión débil, dificultad respiratoria. Llanto débil, pérdida del tono muscular.
Las recomendaciones para prevenir el botulismo del lactante serían lavar y cocinar adecuadamente todas las verduras que sean suministradas a niños menores.
No proporcionar miel ni alimentos que la contengan a niños menores de 1 año de edad. Tampoco debe colocarse miel en chupetes, tetinas o en el pezón antes de amamantar. La miel es segura para niños mayores de 1 año y adultos sanos ya que por sus condiciones gastrointestinales tienen la capacidad de antagonizar el desarrollo de las esporas de C. botulinum y evitar la generación de su toxina.
Recuerde que esta intoxicación puede ser de leve a mortal, pero sobretodo es prevenible. Ante la aparición de síntomas de intoxicación concurra al centro de salud más cercano a su domicilio y si hay restos de alimentos consumidos últimamente, consérvelos en heladera, separado del resto para su posible análisis.