El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) perderá este lunes 1° de abril la potestad de fijar los valores de la hoja verde que se vende a secaderos e industrias como consecuencia del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 del presidente Javier Milei, lo que desregulará los precios del sector y podría ser el puntapié inicial de nuevos y fuertes aumentos.
Desde el organismo advirtieron que este cambio puede perjudicar al pequeño productor, ya que el precio está vinculado al volumen de los stocks de yerba canchada que mantienen las industrias. Si las reservas son altas, el precio tiende a disminuir debido a la menor urgencia de compra.
Hoy, el kilo de hoja verde se paga $370, mientras que los productores piden que se eleve a $500. Desde el sector vaticinaron aumentos, pero menores a esa cifra exigida, al menos en las primeras semanas de la cosecha, que comienza también en abril.
El INYM, en tanto, carece de presidente desde diciembre pasado. Sus directores coinciden con la mirada de que no habrá aumentos que se sienta de inmediato en las góndolas, pero proyectan que para agosto, cuando las industrias hayan recompuesto sus stocks de yerba canchada, la presión se intensificará.
La producción de hoja verde en los primeros meses de este año alcanzó su nivel máximo en cuatro años, con 55 millones de kilos, según datos del INYM. Aunque típicamente los stocks tienen una duración de 8 a 9 meses, en ocasiones llegaron a los 12 meses, equivalentes al abastecimiento del mercado interno.
Está desregulación no se limita solo a la materia prima, sino que también impacta en la presión sobre las industrias para abastecer las góndolas con yerba a precios accesibles. Durante años, las empresas tuvieron que ofrecer productos a precios controlados por el gobierno.