A pesar de su discurso contra la casta política, la legisladora jujeña designó a varios familiares en cargos de su despacho.

La senadora libertaria Vilma Facunda Bedia ha generado controversia al contratar a toda su familia en su despacho en el Senado. A pesar de su discurso contra la casta política, la legisladora jujeña ha nombrado a sus tres hijos, su nuera, su hermano, su sobrina y su cuñada en distintos cargos dentro de la Cámara Alta.

Entre las contrataciones más destacadas se encuentra la de su hijo Joel Benjamín Mamani, quien fue nombrado en un puesto de planta transitoria con categoría A3, por el que cobra alrededor de 700 mil pesos. Asimismo, José Jair Mamani, otro de sus hijos, fue designado con una categoría A1, con un ingreso estipulado en 1,2 millones de pesos. Aunque fuentes territoriales aseguran que su hijo Pablo también forma parte de la planta de empleados, no aparece en los registros públicos de la web del Congreso.

La senadora, que también es pastora evangélica y profesora en su provincia natal, ha defendido las contrataciones argumentando que sus familiares cuentan con la capacitación y experiencia necesarias para desempeñar sus funciones. Sin embargo, estas designaciones han generado críticas y cuestionamientos sobre posibles casos de nepotismo y contradicciones con el discurso de su partido.

El caso de la senadora Bedia ha puesto en tela de juicio el compromiso de algunos políticos con los principios de transparencia y meritocracia, y ha reavivado el debate sobre el nepotismo en la política argentina.