Durante una reunión en Washington con el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, el exmandatario estadounidense Donald Trump denunció un presunto «genocidio blanco» en Sudáfrica y mostró como prueba una imagen de un entierro. Sin embargo, la fotografía no corresponde a ese país: fue tomada en Goma, en la República Democrática del Congo, tras un ataque del grupo rebelde M23.

El video original pertenece al camarógrafo de Reuters Djaffar Al Katanty, quien expresó su indignación al enterarse del uso indebido de sus imágenes: “Trump usó lo que filmé en la RDC para intentar convencer a Ramaphosa de que en su país están matando personas blancas”, denunció el reportero. Desde la agencia de noticias confirmaron que el material fue manipulado y no guarda relación con Sudáfrica.

La teoría del “genocidio blanco” ha sido impulsada por sectores de ultraderecha, aunque carece de respaldo en datos oficiales. Sudáfrica aplica políticas de redistribución de tierras para reparar los efectos del apartheid, pero el gobierno de Ramaphosa desmintió que exista una campaña violenta contra los granjeros blancos.

El episodio provocó tensión diplomática. El presidente sudafricano calificó las acusaciones como falsas y peligrosas, y recordó que la violencia en su país afecta en mayor medida a personas negras de bajos recursos. Mientras tanto, desde sectores internacionales cuestionaron la difusión de noticias falsas para sostener discursos de odio.