El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció una pausa de 90 días en la aplicación de nuevos aranceles a las importaciones, manteniendo un gravamen base del 10% para la mayoría de los países, a excepción de China, que continuará con un arancel del 125%. La medida busca abrir una ventana de negociación con más de 75 naciones que manifestaron su voluntad de revisar el esquema arancelario propuesto.
En el caso de Argentina, la decisión implica que sus exportaciones hacia el mercado estadounidense seguirán sujetas a un arancel del 10%. Si bien esta cifra resulta menor en comparación con el castigo aplicado a otros países en etapas previas, la nueva uniformidad elimina una ventaja relativa que el país había mantenido en sectores como alimentos, vinos y productos agroindustriales.

Uno de los puntos más sensibles para el comercio exterior argentino es el sector cárnico. La secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke Rollins, señaló que se priorizará la producción nacional y citó como ejemplo a la carne argentina como posible blanco de medidas proteccionistas. Esto podría traducirse en nuevas barreras no arancelarias, aun cuando se mantenga la pausa en los impuestos a la importación.
Puntos clave:
- EE.UU. pausó nuevos aranceles por 90 días.
- Argentina continuará pagando un 10% de arancel base.
- China enfrentará un 125% de gravamen.
- La carne argentina podría verse afectada por medidas proteccionistas adicionales.
- Se abren posibles negociaciones bilaterales en las próximas semanas.
Desde la Cancillería argentina ya se evalúan posibles impactos y estrategias para contener los efectos negativos en las exportaciones nacionales. En un contexto global marcado por tensiones comerciales, las decisiones de Estados Unidos pueden tener un impacto directo sobre las economías regionales y sobre rubros clave del comercio argentino.