El comienzo de un programa televisivo de Canal 3 de Rosario fue dramático. Solo frente a la cámara, el conductor Juan Pedro Aleart, sentado a una pequeña mesa, inició el programa decidido a contar su increíble drama íntimo y familiar.
Contó una historia desgarradora, en la que cada capítulo parecía ser más dramático que el anterior. Juan Pedro habló de su padre, del que se alejó porque era “violento y abusador”. El hombre, según contó y denunció el conductor, abusó de su hermana desde que ésta tenía tres años, provocándole daños irreparables en su salud y en su psiquis. Con el agravante de que el abusador era HIV positivo. O sea, abusó de su propia hija siendo enfermo de Sida. Esta parte de la historia tuvo un final trágico, cuando el padre de Juan Pedro decidió suicidarse semanas atrás.
La segunda parte, más desgarradora aún, fue cuando el propio Juan Pedro contó que un tío suyo aprovechó del contexto de vulnerabilidad que existía en su casa para abusar sexualmente de él y de su hermano menor. El reconocido periodista denunció a su tío, pero la Justicia no avanzó porque consideró que el hecho prescribió. “Me ha costado mucho llegar hasta acá, he llorado mucho, me sentí un muerto en vida”, confesó Juan Pedro al borde de las lágrimas, pero siempre estoico para contar su drama.
“Cada fallo de la Justicia hasta ahora me ha dejado hecho pedazos. Me he encontrado con abogados penalistas que me han traicionado, otros me han ayudado. Me encontré con desinterés, con falta de comprensión”, apuntó. Y reconoció que “la persona que he encontrado después de mucho tiempo para ayudarme, es Patricia Bullrich, que ha sido muy humana conmigo”.
“Hay 17 casos como el mio que están esperando por una resolución de la Corte. Hay que terminar con esta mierda de la prescripción en el abuso y corrupción de menores”, destacó Juan Pedro.