En las últimas horas fue recuperada la corona de la emperatriz Eugenia, una de las joyas sustraídas en un robo ocurrido ayer en el Museo del Louvre, en París. La pieza, del siglo XIX y perteneciente a la esposa de Napoleón III, está compuesta por 1354 diamantes y 56 esmeraldas. Fue encontrada cerca del museo, aunque presentaba daños, según informaron fuentes cercanas a la investigación a la agencia AFP.
El Museo del Louvre permanece cerrado y la Policía francesa continúa la búsqueda intensa de los cuatro sospechosos responsables del asalto, ocurrido en la Galería de Apolo, donde se exhiben las joyas de la Corona Francesa. En total, fueron robadas nueve piezas de gran valor histórico y artístico.
Entre los objetos hurtados figuran además el collar del conjunto de zafiros de las reinas María Amelia y Hortensia, con ocho zafiros y 631 diamantes, y el collar de esmeraldas de María Luisa, compuesto por 32 esmeraldas y 1138 diamantes.
Según las autoridades, los ladrones ingresaron fingiendo ser obreros a través de la fachada del museo que da al río Sena, donde se están realizando trabajos de mantenimiento. Utilizaron un montacargas para acceder directamente a la galería. El ministro del Interior francés informó que los cristales que protegían las joyas fueron cortados con una cortadora de disco, lo que indicaría un reconocimiento previo del lugar.
La operación duró apenas siete minutos y el valor del botín aún está siendo evaluado, aunque fue calificado como “inestimable”.
De acuerdo con medios locales, los cuatro delincuentes actuaron coordinadamente: dos vestidos con chalecos amarillos y ropa de obrero, y dos más que se desplazaban en motocicleta.
El museo, el más visitado del mundo, cerró sus puertas durante el domingo y continuará cerrado este lunes por razones excepcionales mientras se desarrollan las investigaciones. Un video que circula en redes muestra la confusión entre turistas y la rápida acción policial para asegurar el perímetro.
Este robo suma un nuevo capítulo a la larga historia de incidentes en el Louvre, que ya ha sufrido varios robos notorios, incluyendo el famoso hurto de la Mona Lisa en 1911, recuperada dos años después en Italia.
La Galería de Apolo alberga una de las colecciones más valiosas del museo, con piezas que además están rodeadas de debates sobre su procedencia y la historia de los saqueos napoleónicos.
Las autoridades continúan trabajando para localizar a los responsables y recuperar el resto de las joyas robadas.