En Cipolletti, todos conocían a Jacobo Romañuk como «el Uruguayo», un personaje entrañable que marcó la vida social y comunitaria de la ciudad durante décadas. Con su sonrisa amplia y andar pausado, revivió la antigua esquina de Fernández Oro y Villegas hace 30 años con «La Otra Historia», un referente gastronómico y punto de encuentro para la bohemia cipoleña.

Sin embargo, anoche, su corazón dijo «no va más». Según José Luis Bunter, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de la ciudad, fue el estrés lo que provocó su fallecimiento. A pesar de algunos problemas cardíacos, Jacobo había sido operado de urgencia en la Fundación Médica y parecía estar reaccionando bien, pero finalmente no pudo superar un último infarto.

«El Uruguayo» había llevado adelante diferentes emprendimientos en la ciudad, y cuando el Bar Americano cerró sus ventanas en los años 90, él tomó la posta. Con «La Otra Historia», mantuvo vivo el espíritu del antiguo bar, que había sido un punto estratégico en la ciudad desde los tiempos de la estación de ferrocarril.

A lo largo de tres décadas, Jacobo luchó por sostener su negocio, atravesando momentos buenos y malos, desde el estallido social del 2001 hasta la reciente pandemia. En los últimos meses, se esforzaba por mantener la actividad, incluso enfrentando amenazas de clausura por deudas impositivas.

«El Uruguayo» logró algo increíble: que muchos cipoleños volvieran a mirar hacia la zona del ferrocarril para decidir una cita, un café o un encuentro. Desde la municipalidad de Cipolletti también lo despidieron en redes sociales, acompañando a su familia y amigos en este momento de dolor.